👉 La Asociación Mendocina de Expendedores de Nafta y Afines (Amena) avanzó con un proyecto de energía solar con el que busca cubrir el 50% de los gastos de suministro eléctrico en 30 estaciones de servicio de la provincia.

☀️ El plan es instalar dos parques fotovoltaicos en Las Heras. Así lo confirmó el licenciado en Administración Andrés Eluani, responsable del programa de Extensión de Eficiencia Energética de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo.

👨‍💻 La universidad pública firmó un convenio con Amena para brindar asesoría; y Eluani dio detalles sobre los primeros pasos de la obra durante una entrevista que se difundió en programa radial Informe Nihuil, conducido por Pablo Pérez Delgado.

«El proyecto que encaramos incluye la construcción de dos parques fotovoltaicos de 2 megavatios (MW) cada uno», precisó Eluani.

La inversión en este tipo de tecnologías ronda los U$S 850 o 900 mil por megavatio. O sea que el costo de la obra será de unos U$S 3 millones 700 mil.

«La inversión se recuperará en aproximadamente 7 años, con una tasa de rentabilidad de un 15%. Y, en definitiva, permitirá que las estaciones bajen sus gastos en energía en un 50%. Hoy están pagando unos 5 millones de pesos por mes. Con el nuevo sistema, calculamos que pasarán a pagar 2,5 millones», ilustró Eluani.

Entre los principales consumos eléctricos que abordan las estaciones están la iluminación, la refrigeración de los productos que se venden en los comercios asociados y el bombeo del combustible a través de los surtidores.

Producir en un lugar, consumir en otro

La aplicación de la idea se vincula con una resolución que emitió el Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE) en 2022. La norma creó un sistema de generación distribuida: «Eso permite que usted pueda generar energía en cualquier parte de la provincia y utilizarla para autoconsumo, de forma individual o junto a otras personas o empresas», siguió Eluani.

Dicha modalidad habilita a que una persona, un grupo de personas o una empresa puedan aportar energía en un punto distinto a los lugares donde la utilizan.

El especialista subrayó: «Esa energía se introduce a la red de las distribuidoras y luego, en la factura del usuario, se resta del consumo lo que se haya inyectado».

En caso de que el balance entre gasto de electricidad y aporte arroje un saldo favorable para el usuario, se le reconoce esa diferencia a favor.

«La cuenta se hace a fin de año, y si hay algo a favor del usuario, se le acredita. De todos modos la idea es que no sobre, sino que se capte lo que se consume», dijo el entrevistado.

Según comentó Eluani, es factible extender este tipo de iniciativas a otros ámbitos.

«Estamos trabajando la posibilidad de que municipios puedan alcanzar el autoconsumo solventando servicios como el alumbrado público con energía solar. También se podría aplicar a bodegas, cámaras empresarias o productores que quieran gastar menos en riego», enumeró.

A la hora de buscar financiamiento, hay tres caminos. Ofrecer en el mercado bonos verdes, conseguir financiamiento bancario o coordinar con las empresas constructoras, que suelen ofrecer facilidades de pago.

En efecto, los bonos verdes están siendo uno de los «recursos estrella» que usa Mendoza en la ampliación del Metrotranvía. Godoy Cruz también ha echado mano a ese mecanismo en iniciativas relacionadas con la sustentabilidad. Se trata de un instrumento de deuda emitido por instituciones públicas o privadas con el objetivo de financiar proyectos que tengan un impacto ambiental positivo.

Una vez que se acuerda con la firma que concretará la obra, la construcción de los parques fotovoltaicos es relativamente rápido y puede estar lista en alrededor de un año.

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